Con el título “El fracaso en Cuba”
Las escasas probabilidades de que un régimen autoritario como el cubano se convierta por sí solo en democrático desarman las razones de la Administración Obama para restablecer y mejorar su política hacia Cuba, dice en su editorial del domingo el diario estadounidense The Washington Post.
Con el título “El fracaso en Cuba“, el diario recuerda que Obama argumentó la intención de “liberar el potencial de 11 millones de cubanos”, “atraer y fortalecer al pueblo cubano” y “habilitar al sector privado de Cuba naciente” en cada una de las medidas a favor de las relaciones con la isla, pero que la realidad es otra.
“Hay poca evidencia de un cambio radical en Cuba hasta el momento, talvez porque Obama continúa ofreciendo al régimen de Castro concesiones unilaterales sin requerir nada a cambio. Como Estados Unidos no ha puesto ninguna condiciónrelacionada con Derechos Humanos en la apertura, el régimen de Castro sigue trabajando de manera sistemática en la detención arbitraria de disidentes y otros que hablan a favor de la democracia“, señala el editorial.
The Washington Post menciona el aumento en las detenciones a opositores y al monopolio de los medios de comunicación masivos.
El diario apunta que otra de las metas fallidas de la Administración estadounidense ha sido la apertura de Cuba a internet. El Gobierno cubano estableció unas docenas de puntos de Wi-Fi; pero cobra $2 por hora, cuando el salario promedio es el equivalente a $20 al mes.
El Estado mantiene un estrangulamiento en la economía. Los beneficios del aumento del 50% en visitantes estadounidenses están siendo cosechados por el jefe de la industria del turismo y yerno de Raúl Castro. Y lascompras de bienes de Estados Unidos han caído en más de un 10%, explica el editorial.
La deseada explosión de la empresa privada tampoco se ha materializado, indica el diario. Por el contrario, las licencias a los emprendedores han decrecido y sólo más organizaciones del Estado cubano se beneficiarán de los tratos comerciales, ya que son estas las únicas autorizadas para hacer estas transacciones.
“Lo que es más evidente en el último año es que los hermanos Castro están impidiendo efectivamente el cambioreal y la reforma, incluso a medida que cosechan los frutos de la apertura de Obama. La única respuesta del Presidente ha sido más concesiones unilaterales, además de hablar de una visita a la isla antes de que termine su mandato. Los autócratas de todo el mundo deben estar mirando con envidia la buena fortuna de los Castro”, concluye.